LA LITERATURA Y LAS NUEVAS TECNOLOGIAS
Aunque nadie cree que los libros impresos vayan a desaparecer en un futuro cercano, lo cierto es que los libros electrónicos son cada vez más cómodos y útiles: sólo consumen energía cuando pasamos la página, no hay retroiluminación que canse la vista, la definición es equivalente a la de un papel impreso, podemos transportar miles de libros es sólo unos gramos de peso, etc.Es decir: los libros electrónicos están introduciéndose en nuestros hábitos lectores de una forma tan rápida que ni siquiera nos percatamos de los efectos colaterales que producen. Pero como ya profetizó Mcluhan: un cambio en el medio implica un cambio en el contenido.
El principal problema de los libros electrónicos es que inevitablemente cada vez se parecen más a los ordenadores: tienen conexión a Internet, posibilidad de incluir hipervínculos, sonido, animaciones, vídeos, redes sociales, bloc de notas, diccionario. Finalmente, leer en un libro electrónico, salvo por la comodidad, se parece bastante a leer en una pantalla de ordenador con conexión a Internet. Y, como ya os expliqué en el tríptico ¿Realmente leer en papel es lo mismo que leer en pantalla? (I), (II) y (y III), ello influye en nuestra capacidad de leer textos profundos con una cuota de atención sostenida.
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